SALIDA A LA CALLE DESDE MI PUERTA

Una vez más siento una punzada de pena ante tantas palabras llenas que se diluyen en el vacío, como el confortante azúcar lo hace en un balde de agua, mansamente, sin que se note ni cambio de color, ni textura, ni temperatura ni nada de nada. Palabras como fraternidad, amistad, acogimiento, hermanazgo, armoníase deshacen en un viento traidor de tan suave, egoísta y exclusivo como el que nos lleva a frases tan aparentemente pías como el manoseado ¡Dios mío! tan usado para todo, que ha dejado de ser una invocación para convertirse en un remoquete más tendente a la impiedad que otra cosa. Hay una oración, LA ORACIÓN, la madre de todas las oraciones que es en su inicio todo un tratado de intenciones: Padre nuestro………. así, en plural, tuyo, mío, de este, de aquel y del de más allá, nuestro, de todos por igual, porque El Maestro ni hacía distingos ni tampoco excluía a nadie. Sin embargo, existe una tendencia, lamentablemente extendida, de exclusividad en la muestra de la piedad propia en detrimento de las de los demas , no hemos aprendido ni lo de la humildad, ni lo de compartir, ni lo de acoger ¡quita quita, que yo estoy primero! ¿primero, o último, pues los unos no eran los otros? En fin, allá cada cual, pero no dejan de darme pinchazos aquí dentro tanta muestra de insolidaridad, egoísmo, vanidad y fariseísmo, pues que esta reñido el enunciado con la práctica. Padre mío que estas……Filósofos, teólogos ( por cierto, del entronque entrambos sale teósofos) tendrán algo que decir, pienso yo, con el reparto de las exclusivas, que a este paso todo se andará; a quien adjudiquen Santa Maria de Magdala Arrepentida o San Pablo Convertido, puede irse despidiendo de cualesquiera otra advocación. Titulaciones como Cristo de…. o Jesús de….o Nazareno que al cabo todo es uno y que corresponda a la ¿hermandad? de equis, lo detentarán en exclusiva, y en consecuencia serán mas cristianos, mas santos, mas dignos y mas cofrades que nadie. Por cierto ¿mas cofrades de quien? Tendré que repasar mis conceptos de fanático, exaltado e intolerante, porque me parece que me estoy apartando de la senda del buen cristiano al no comprender que los primeros van delante y los que siguen, detrás; y a ser posible que no se añada nadie mas, no vaya a suceder que al aumentar el número de los pretendidos elegidos (autoelegidos, diría yo) disminuya mi cuota de exclusividad y se vaya difuminando mi corona y signo de buen practicante, practicante-no-se-de-que, pero practicante. Las diferentes comunidades o grupos cristianos siempre han tenido una meta común. Diferenciados apenas por matices que pueden ir del color del vestido a la fórmula de salutación, su fin no se aparta de las enseñanzas del Nazareno, así que cuando algo me cruje dentro y aunque no sea precisamente santo de mi mayor devoción el complejo San Pablo, a quien le vislumbro una tenue vena de misoginia allá en lo mas profundo, cuando algo me raspa, decía, releo la Primera Carta de San Pablo a los Corintios, precisamente el pasaje que habla del amor cristiano y que en otros textos figura como la caridad cristiana. Curiosamente, no soy el único en percibir la bondad de ese texto: El cantautor y compositor José Luis Perales, utiliza esa misma parcela de sabiduría en una canción titulada “El amor” a la que musicó, creo, con gran acierto. Me estoy refiriendo a 1 Cor 13 y que me voy a permitir transcribir aquí aunque resulte un poco largo, para que nadie tenga que buscarlo, ya que, en mi opinión es uno de los pasajes mas esclarecedores, claros, concisos y concretos.

1 Cor 13

Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como campana que suena o címbalo que retiñe. Y aunque tuviera el don de hablar en nombre de Dios y conociera todos los misterios y toda la ciencia; y aunque mi fe fuera tan grande como para trasladar montañas, si no tengo amor, nada soy. Y aunque repartiera todos mis bienes a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, de nada me sirve.

El amor es paciente y bondadoso;

no tiene envidia,

ni orgullo, ni jactancia.

No es grosero, ni egoísta;

no se irrita

ni lleva cuentas del mal,

no se alegra de la injusticia,

sino que encuentra

su alegría en la verdad.

Todo lo excusa, todo lo cree,

todo lo espera, todo lo aguanta.



El amor no pasa jamás. Desaparecerá el don de hablar en nombre de Dios, cesará el don de expresarse en un lenguaje misterioso, y desaparecerá también el don del conocimiento profundo. Porque ahora nuestro saber es imperfecto, como es imperfecta nuestra capacidad de hablar en nombre de Dios; pero cuando venga lo perfecto, desaparecerá lo imperfecto. Cuando yo era niño, hablaba como niño, razonaba como niño; al hacerme hombre he dejado las cosas de niño. Ahora vemos por medio de un espejo y oscuramente; entonces veremos cara a cara. Ahora conozco imperfectamente, entonces veré como Dios mismo me conoce.

Ahora subsisten estas tres cosas; la fe, la esperanza, el amor, pero la mas excelente de todas es el amor.



Amor, amor, amor………..eso que no veo en tanta lucha fracticida, en tanta prioridad, en tanto poder de la importancia, del oropel y el prestigio, en tanta historia que no comprendo, es, no se, como si me impidieran rezar a mi manera, manifestarme a mi aire. Así que yo ya he tomado mi decisión; ahí estaré con vosotros, si no con capa, de amarillo, verde, a cuadros o con la ropa de trabajo, tanto da; si no en las filas en la acera, a la calle, sin acritud, sin rencores, sin afán de revancha ni prioridad, tirando puñados de amor contra los rostros hoscos, escupiendo amor a ceñudos, timoratos y malencarados; a la calle, a la misma que patearon, hace casi ochocientos años, aquellos antiguos sepulcristas de recia comprensión y firmes decisiones a quienes nadie hicieron callar ni impedir pudieron que oraran con la sencillez del niño encerrado en el caparazón del hortelano curtido al sol, gritando en silencio una suplica o dando gracias por un favor recibido.¿ En nombre de qué se puede intentar coartar la voluntad de expresarse de un grupo de fieles, cuando son legión los que en lugar de cruces alzan la voz y rinden culto a Santa Litrona y San Cubata mientras ensucian las calles y roban el descanso.?

A estas alturas, supongo que todos sabéis a cuento de qué viene todo esto ¿verdad? Naturalmente aceptaré gustoso cualquier opinión en contra que acogeré con respeto aunque no la comparta, es mas; también aceptaré la presencia crítica y física de quienes se sientan amenazados en sus tradiciones tanto en casa como en la calle, y siendo, como debo, condescendiente, hasta intentaré entender el recurso del tomatazo, siempre y cuando estén dispuestos al pago de la tintorería y a que los tomates, al menos, sean de la huerta de Zaragoza y estén maduros.



Un abrazo en Cristo



Anónimo, por conveniencia y derecho.





P.D. El último párrafo, de dudoso humor, es tan solo un amago de restar hierro a un asunto que nunca debió haberse suscitado.

Es triste esa falta de capacidad para acoger, compartir y ser humildes que se percibe en los que se creen portadores de la verdad absoluta y que se hacen llamar guardianes y defensores de la Semana Santa zaragozana.

Desde luego que no deberiamos ser nosotros los que levantaramos la mano para tirar la primera piedra. Sólo hay que recordar que sólo hace 2 décadas cerrabamos nuestras puertas a las Esclavas, negandonos a nosotros mismos esa espiritualidad mariana del Sábado Santo que ahora podemos disfrutar. El miedo a los cambios, a lo diferente existe en todos los ambitos de nuestra vida. Así que debemos ser comprensivos con esas actitudes, aunque nos parezcan poco cristianas.

Una cofradía con 700 años de historia debe de estar por encima de esas personas que piensan que tienen la exclusividad sobre la Semana Santa y sobre el Sepulcro. Por mucha exclusividad que pretendan tener nada podrán hacer con nuestros sentimientos y nuestra espiritualidad. Nosotros a lo nuestro y dejemosles con sus actitudes fanáticas, egoistas e intolerantes, que suficiente tienen con llevar esa carga en sus conciencias.

El tiempo todo lo cura y además pone a cada cual en su sitio.

Estoy contigo querido Javier solo una pequeña puntualización, desde que se tiene
memoria, solo ha existido un Sepulcro en la ciudad, que gracias a Dios sigue vivo,
me gustaría establecer la dicotomía entre Sepulcro y Santo Entierro, complementarios,
sí, pero diferente sin que prevalezcan cuestiones de preferencia, rivalidad, o falsas
creencias o adaptaciones históricas que nunca existieron, ni existen ni existirán
por aquello que es obvio, esas denominaciones de guardianes y defensores de la semana santa zaragozana a son autoproclamaciones
sin consistencia alguna, nunca nadie se lo ha cuestionado, y por ello se ha continuado en el error de “propiedad”
que carece de todos los visos de legalidad, pero no debemos ahondar en algo que
no es cuestión nuestra, nosotros tenemos una misión que cumplir y nadie nos apartará
de ella, es la de recrear el Sepulcro y hacer , si ello fuera posible que todo
el mundo lleve como la Piedad el nombre de nuestra Cofradía con orgullo y
pasión, ¿Por qué no?, al fin y al cabo Nos., tampoco somos propietarios de esa advocación,
puesto que nadie puede erigirse en dueño del espíritu, el alma, la fe, la oración,
la comunión con dios, ni de su puesta en práctica . Nos., somos Sepulcro, ocupamos un espacio en la
liturgia que nos lleva hasta el éxtasis de la resurrección, es el crisol donde
se conjuga la espiritualidad dando forma a la segunda persona de nuestro Credo.
En el Sepulcro entra un hombre y surge un Dios. Esa negativa hacia las Esclavas,
formaba parte del enclaustramiento , ya histórico, de la Cofradía hoy
renovamos un rito que como nuestro Cristo se halla Yaciente esperando volver a contemplar
las calles de su amada Zaragoza; al mismo tiempo que debemos contribuir a
asentar el carácter cristiano de nuestro barrio sin retroceder un ápice ,
ni un metro, predicando con el ejemplo de Cristo, nuestro Maestro y Guía,
necesitamos del concurso de todos los cristianos, hay que llevar al imagen y la
Palabra a esos rincones cada día más dejados de la mano de Dios.
José María

Desde luego no podemos actuar en función de los demás, es la Cofradía soberana de sus actos, pasados, presentes y futuros y quienes pertenecemos a ella responsables de mantener viva
su esencia histórica, sus costumbres, su personal forma de vivir la Semana Santa y procurar su
crecimiento espiritual, vivencial y social.

Allá aquellos que como dice Javier quieran llevar sobrepesos en sus conciencias.
Allá aquellos que hubieran etiquetado a nuestra Cofradía y pretendan que ese cliché nos defina:
quedan pobres de libertad.

Y qué bien ANÓNIMO que te hayas decidido a exhalar amor: no recuerdo bien si fue Aristóteles o Santo Tomás de Aquino, quien dijo que Dios, por amor, movió el mundo.
La presunción de amor debería estar latente en nuestros actos, por más que a veces la intemperancia nos venza y no obremos con deseada templanza.

Ah, aquellos que nos miran con el ojo nublado por la ignorancia y se sienten autoproclamados jueces de vida de los demás: se pierden la hermosa sensación de aprender que tras una fachada
hay un interior hermoso y fructífero, un interior que se rejuvenece con cada nueva gota de fe que entra en la Cofradía porque así se hace más diversa, rica en opinión y más capaz de crecer.

Siempre hemos deseado los “más viejos” de la Cofradía que ésta creciera, se hiciera más presente en Zaragoza, y por su crecimiento y divulgación se extendiera el culto del Santo Sepulcro que no es otro que el de la Resurrección, la Suya y la nuestra.
Y no siempre habrá incluso dentro de nuestra casa igualdad de opiniones y formas de entender
cuanto hacemos y debemos hacer, pero está la presunción de amor. Que significa que todos querremos lo mejor para la Cofradía, y si hay que ser crítico se ha de ser, porque ir a peor siempre es más fácil que dar un paso atrás y coger más fuerza.

Pero en todos los sitios hay quien cierra la puerta de acceso de los oídos a la razón y se convierten en túnel oscuro, señalando como incorrecto y contrario a la Cofradía aquello con que sus emociones no se sienten identificadas.
Pero en todos los sitios hay quien sí tiene abierta esa puerta y escucha y piensa sobre lo que los demás dicen y están libres de la sinrazón. Estos son quienes tienen que estar presentes para que con su luz se pueda iluminar el túnel de la sinrazón y se vislumbre que la opinión contraria es otra luz que pretende iluminar también el camino de la Cofradía, porque al principio no sólo hay un camino, hay múltiples, y al final debe quedar el camino único que ha de ser el que entre todos hemos labrado. Luego, en su recorrido, se puede ir añadiendo adornos, formas, etc.

Porque quiero a mi Cofradía y porque soy perfeccionista, soy exigente.
Comprendo porque lo he vivido que no se tiene todo el tiempo del mundo, que al final llega el toro y
amenaza cornada, que la buena intención prevalece en todos los actos, que la alegría por la tarea realizada compensa sacrificios, soy consciente de todos los posibles pros y contras, pero también sé que se puede mejorar en muchas cosas.

Este año he advertido incoherencias y faltas de comunicación, entre otras cosas, y porque las he visto y porque no me han gustado tendré que decirlas aunque apenas haya tiempo y sobre todo apenas haya predisposición a escucharlas en el día que toca.

Sé que a mis hermanos les podrá molestar porque no es agradable que te critiquen tu labor, sobre todo cuando tu labor la haces sin mayor interés que servir a la Cofradía y a los cofrades.

Porque quiero a mi Cofradía y su crecimiento, expondré mi opinión con el mayor respeto posible.

Y espero que quienes podáis dar luz en el túnel la deis, que no pretenderé tener razón (no es ese el
objetivo), tan sólo espíritu constructivo y reparador.
Seguro que será posible la escucha, donde corresponde.

Nos vemos en los días siguientes.
Un abrazo a todos y feliz Pascua de Resurrección.

Por las criticas cosntructivas se llega a la perfeccion del abstracto, es el cincel que perfila la obra final. Bienvenidas siempre.
Jose Maria.

hoy a las 5 de la tarde habia sido anunciada una procesion de la cofradia del SANTO SEPULCRO.Como ciudadano tengo que dar las gracias por la maravilla de procesion,los cofrades,el pueblo muy bien representado y la nobleza todos acompañando la copia de la SABANA SANTA. Gracias hermanos hasta pronto Salomon.

Yo también he acompañado a vuestra cofradía. Felicidades y muchas gracias por hacernos partícipes. Poderse unir a una procesión sin pertenecer a la cofradía es un lujo que nos permitís.
Tenéis que sentiros orgullosos por lo que estáis consiguiendo.
Ánimo y continuad.

Apreciados hermanos en Cristo, nos halaga en sobremanera
vuestra felicitación que debe hacerse extensiva no solo a los Sepulcristas,
sino a todos aquellos, entre ellos vosotros, que dieron forma y consistencia a
lo que parecía para algunos ser el martillo de Thor, que como habéis podido comprobar
no era tal, tan solo se trataba de rezar a Cristo en lugares donde su presencia
cada día es más tenue. Esta alarma de amenaza interesada por sectores vanos ya
no podrán argüirla visto los resultados.
Espero Salomón que tus dudas tras la visita a nuestra/tu casa te haya dejado las
cosas más claras con respecto a otras tendencias menos aglutinadoras que la
nuestra. Gracias Rosa en el Sepulcro de Cristo no hay distinciones todos somos
participes y todos formamos a su sombra y bajo su protección. Como puedes ver
nuestro “uniforme” es sobrio sin aderezos ni lujos, pobres como lo fue Cristo.
Recibid un abrazo de este vuestro hermano
José María.